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| Ronny, la gran estrella del Hertha de Berlin |
Hace
poco menos de un año, la capital alemana lloraba el descenso de su único
representante en la Bundesliga. Tras una temporada complicada, en la que
acababa de conseguir el ascenso, el equipo no supo hacer los deberes a tiempo,
y al final de liga ocupaba la posición de promoción. De nada valieron los
enormes jugadores. El Fortuna
Dusseldorf, después de realizar un curso espectacular, consiguió deshacerse del
Hertha para llegar a lo más alto. Fue un partido muy duro para la gente de
Berlín, llegándose a registrar múltiples incidentes. Ahora, once meses más
tarde, vuelven a saborear las mieles del éxito.
Practicando
un fútbol excelente, el equipo de Jos Luhukay asestó ayer el golpe definitivo para
confirmar lo que a nadie se le escapaba. El Olympiastadion se vestía de gala
para recibir al segundo clasificado en lo que suponía un duelo por todo lo
alto. Un encuentro especial. El de mayor importancia de toda la temporada, y
donde todos querían tener protagonismo. Se jugaba mucho ante el equipo revelación
de la temporada, Eintracht Braunschweig, y ganó 3-0.
Sobreponerse
a las adversidades
Pocos
dudaban en el comienzo de este recién descendido, a pesar de haber perdido a hombres
importantes como Lell, Mijatovic, Ebert, o Raffael. Las llegadas de Pekarik,
Kluge, o el tunecino Allagui han resultado claves. No lo fue el ex del
Espanyol, Ben Sahar, que a sus veintitrés años, cada día demuestra más que
únicamente fue una promesa. Pero por encima de todos ha estado Ronny, el
brasileño que durante tanto tiempo ha encandilado a muchos con su magia. El
mediapunta ha conseguido 16 goles, y es el pichichi de un equipo que está acuatro puntos de volver al primer escalafón de Alemania.
Registros
dorados
Con
solo dos partidos perdidos en lo que va de curso, y 21 goles encajados, ha sido
el equipo más regular. Cuatro puntos por encima de un Braunschweig que, con el
excelente Domi Kumbela, lleva camino de subir. Un conjunto que hace dos
temporadas se encontraba luchando en 3. Bundesliga, y que parece que sus días
de gloria volverán después de estar mucho tiempo a la sombra.
Ahora,
a falta de seis partidos para que todo concluya, el Olympiastadion disfruta del
juego de su equipo. Un estadio que nunca ha faltado a la cita, y una afición
que resulta clave en la vuelta a la primera división alemana. La capital
alemana volverá a tener un representante en la Bundesliga. El fútbol, en
Berlín, vuelve a ser fútbol. Y todo es una fiesta.

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