miércoles, 3 de abril de 2013

La historia del secuestro de un club víctima de las SAD



La historia del secuestro de un club víctima de las SAD

El riesgo de desaparición de la entidad albinegra ha sido muy elevado en los últimos dos veranos

La reconversión del CD Castellón en SAD en el año 1992 tuvo sus consecuencias, inmediatamente con el descenso a Segunda B y luego el peregrinar por el desierto de esta categoría durante once años, incluso con una amenaza de desaparición a cuestas en 1997.

Pero vamos a centrarnos en las causas por las que el equipo albinegro ha pasado de estar saneado en Segunda A con aspiraciones de ascender a Primera a competir en Tercera y mantenerse al filo de la navaja sorteando su desaparición en más de una ocasión en cuestión de dos años. Todo comenzó una semana del mes de mayo del año 2005 cuando el CD Castellón se jugaba entrar en el play off de ascenso a la 2ª A, un grupo de empresarios compraron el CD Castellón constituyendo una empresa, Castellnou 2005 S.L., esta estaba formada entre otros por José Manuel García Osuna (representante de futbolistas, se encargaría del área deportiva), Antonio Blasco (ex presidente del Levante y del Elche, se encargaría de la parcela económico-administrativa) , José Laparra (empresario de perfil bajo que sería el presidente) y Jesús Jiménez, Álvaro Rodríguez Hesles y Antonio Maldonado. Estos son los culpables de la actual situación del CD Castellón.

Compraron un club de 2ªB, se lo regalaron en 2ª A, saneado y con 11.000 abonados, vinieron con su proyecto, de ahí que no contaran con los artífices del ascenso y ficharan, bueno casi todos venían sin equipo y eran representados por Garcia Osuna, hasta 16 jugadores. El equipo arrancó mal, era difícil iniciar un proyecto en el que la práctica totalidad del plantel era nuevo y más todavía si el entrenador era un hombre como Martín Delgado. Con Pepe Moré al frente se realizó una espectacular remontada que concluyó con la permanencia, pues el equipo estuvo más que hundido en el fondo de la clasificación durante dos tercios de la campaña. En la temporada siguiente el equipo se salvó de manera más holgada y sin excesivos sufrimientos, gran parte de la plantilla comenzaba a estar consolidada en la categoría. En el curso futbolístico 2007/08 el equipo iba a más, Carlos Sánchez fue Zamora de la categoría, la dupla Dealbert-Mora lideraban la zaga menos goleada de la 2ªA, en centro del campo López Garai ofrecía el equilibrio y realizaba la tarea sucia mientras que Mario Rosas era la brújula, Manuel Arana comenzó a dar destellos de calidad por la banda derecha mientras que arriba formaba el “Huracán” Tabares.

Pero sucedió una cosa y es que en 2008 llegó la crisis económica y en ese contexto era imposible realizar su obra, tenían un proyecto de construcción de un nuevo campo para 50.000 espectadores junto a un gran centro comercial adjunto al estadio, vamos un pelotazo urbanístico en toda regla, durante los dos años anteriores tanto José Laparra como Antonio Blasco consiguieron granjearse la estima de las instituciones públicas y llegaron a planificar juntos tal faraónica obra, todo estaba saliendo perfecto, el equipo iba a más a coste prácticamente cero, pues la mayoría de los integrantes de la plantilla era o representados por Osuna o venían con la carta de libertad y mientras con el dinero de los abonados y entradas, con las subvenciones, con los contratoss televisivos y con los patrocinios marchaba el club, a todo esto las instituciones como he señalado antes comían de la mano de Castellnou, pero la citada llegada de la crisis cerró ese proyecto para siempre y con ello cambió la mentalidad de Antonio Blasco y García Osuna.

En la temporada 2008/09 el equipo era el mismo que en la temporada anterior a excepción de las llegadas de Uranga y Leonardo “Ciclón” Ulloa, parecía que se podía luchar por el ascenso pero cuando fue el momento de reforzar el equipo en el mercado de invierno para pelear de verdad por el ascenso a la máxima categoría no quisieron arriesgar demostrando que ya no pensaban en el futuro del club, Abel Resino se fue al Atlético de Madrid y con su marcha el equipo encadenó una serie de derrotas que le privaron de la lucha por la zona noble con más jornadas de antelación que la anterior temporada. A todo esto parte de la afición, que nunca vio con buenos ojos la gestión de Blasco y Osuna, fue desalojando la grada de Castalia pues cada vez creía menos en el proyecto, pensaban que no les importaba el club, solo habían venido a hacer negocio y no se habían interesado por los orígenes ni por la indiosincrasia ni del club ni de la ciudad.

De esta manera se llegaba al verano del 2009 y fue entonces cuando se produjo el desmantelamiento de la plantilla labrada con el paso de los cuatro años anteriores fruto del cambio de hoja de ruta de los propietarios. Asi las cosas, se marcharon Oliva (libre), Dealbert (libre), Mora, Garai, Mario Rosas y Arana. La base se marchó y para suplirla llegaron Lledó, Xisco Campos, Omar Perez, Richard Páez, David Mendes o Guzmán, en la práctica jugadores bastante más inferiores a los que se habían marchado. Primero con Amaral y luego con un pasivo Tintín Márquez no podía haber otro resultado, el descenso, el Castellón fue farolillo rojo duranta toda la temporada y descendió varias jornadas antes de concluir la competición. Si bien en la temporada 2008/09 descendía el filial a Regional Preferente en la 2009/10 lo hacía el primer equipo a 2ªB.

En esta tesitura y con un alud de críticas, José Manuel García Osuna se desentendió de la gestión del club y le cedió el mando completo a Antonio Blasco, comenzaba la temporada que debía ser la del retorno a la 2ª División A, de hecho había plantilla para ello, pero surgió un problema que nadie esperaba, los sucesivos impagos a la plantilla y a trabajadores del CD Castellón, o sea que se pasó de un club “saneado” o al menos eso decía Antonio Blasco cuando los tiempos eran de vino y rosas, a no pagar a nadie, deuda con Hacienda, deuda con Seguridad Social, deuda con la Federación, deuda con los jugadores, deuda con los empleados, deuda con proveedores, bueno, deuda con todo el mundo pero mientras y en los años de bonanza, algunos directivos de Castellnou cogieron dinero de la caja.

Y es que hasta 4 empresas de Blasco, que se sepa, facturaron dinero del CD Castellón siendo la empresa clave de la trama, Marclan Asesores e Inversores S.L., además una empresa de Jesús Jiménez también desvió dinero, se estima que en total se facturaró una cifra bastante superior a los 3 millones de euros. Bueno, como Blasco era el primero que sabía que el tema se le iba de las manos desapareció de Castellón y tras apartarse también el presidente de paja José Laparra, tras sufrir dos infartos, fue Rodríguez Hesles quien asumió la presidencia durante el último tramo liguero.

Con la llegada del verano los miembros de Castellnou se desentendieron de todo y deprisa y corriendo presentaron la preconcursal (cosa que no impedía el descenso como así sucedió) llegó el 30 de junio y el CD Castellón formaba parte de los equipos de que descendían a 3ª División, hecho que se ratificaba el 18 de julio tras un tiempo extra que se dio para pagar. El verano se puede resumir en engaños, engaños y más engaños y un vacío de poder que sumía a los aficionados albinegros en la desesperación, pues a 10 días de comenzar la temporada 2011/12 no había ni equipo, ni entrenador, ni planificación, ni nada de nada. Ante estos interrogantes Blasco y Osuna se querían desentender definitivamente del club, pero claro, teniendo la certeza de que no se iban a airear sus triquiñuelas, para ello intentaron engañar a más de uno, Paco Moliner, Javier Maganto, Paco Chinchilla, Isidoro Gasque, Ruiz Pelayo, etc..., por un lado el altísimo precio de venta para un equipo de 3ª y arruinado (1.8 millones) por otro la existencia de diversas clásulas como la de no emprender medidas legales contra ellos así como la incerteza sobre la deuda real del club dieron al traste con las operaciones de compra-venta, por cierto se me olvidaba, cuando parecía que se iba a hacer una operación aparecía el señor Jiménez para líar el credo y de paso hacer ganar más tiempo a Castellnou.

Breve resumen de la nefasta actuación de
García Osuna y Antonio Blasco al frente del CD Castellón
 (Sonido de Osuna, mentiras de Castellnou)

Pero cuando parecía que no se iba a competir y que todo se iba al garete apareció de la noche a la mañana Fernando Miralles, un empresario del sector del reciclaje natural de Figueroles. Parecía que la máquina se ponía en marcha otra vez, en diez días se hizo una plantilla y sin apenas pretemporada el balón echaba a rodar en Castalia en competición de 3ª División. Pero sucedió lo mismo que la temporada anterior, se habló de fútbol hasta la mitad del curso futbolístico porque una vez se acabó el dinero de los carnés de abonados se dejó de pagar a los jugadores otra vez hasta el punto que al final los futbolistas cumplieron su palabra e hicieron la huelga que prometieron, hasta tal punto llegaba la tensión que en el encuentro en Castalia anterior al de la huelga Pelegrín Perez, portavoz de Miralles, se enzarzó en una pelea con aficionados en el mismo palco de Castalia.
(Jesús Jiménez y Fernando Miralles en los bajos de Castalia
 negociando por el CD Castellón

Volviendo al fin de semana de la huelga de los jugadores, Miralles se deshizo del club en acuerdo alcanzado ese día y se lo dio a Jesús Jiménez que había estado casi dos años detrás del club. El abogado valenciano accedió al poder de la nave albinegra en la Junta General Extraordinaria de Accionistas, sin embargo y pese a que muchos albinegros veían en Jiménez a un salvador de esto no fue nada parecido a ello, pues cumplió con su cometido a rajatabla, primero dividiendo a la afición en projimenezistas y antijimenezistas, segundo engañando a todo el mundo, en especial a jugadores, empleados y parte de la afición y en tercer lugar ganar tiempo. Jesús presentó a todo su séquito en la sala de prensa de Castalia a bombo y platillo anunciando un megaproyecto, con la que está cayendo tanta grandilocuencia no hacía presagiar nada positivo más todavía conociendo la amistad entre Blasco y Jiménez, éste último presentó a Gasque como presidente a la vez que también engañó al ex técnico albinegro Juan Casuco o a los propios jugadores prometiéndoles los pagos y haciéndoles firmar un documento cuyas cláusulas hacían que fuera imposible el acuerdo. Además prometió comprar plaza y fantasmear con que tenía grandes fondos económicos para incluso cubrir gran parte una ampliación de capital de 3 millones de euros, la obtención de un acuerdo de patrocinio con una empresa árabe o un convenio de colaboración con un club brasileño.

Al final el tiempo demostró quien era Jiménez y el día antes de la disputa de la última jornada convocó a los vestuarios a la plantilla y les comunicó que no les iba a pagar aunque tenía dinero y que eran poco profesionales, tras esto marchó a la sala de prensa a comunicar que debido a la falta de apoyo se acogía a al Concurso de Acreedores, los jugadores se sintieron humillados y engañados, a los pocos días de esa aparición en la sala de prensa Jiménez volvió a engañar a Gasque, que no había dimitido tras la rueda prensa de Jiménez previa al partido, para que siguiera en su barco, días más tarde el abogado valenciano renunciaba a ejecutar la operación de compra y le pasaba el club a Miralles y este nuevamente a Castellnou, que cosas, tras dos años detrás del club se marchaba en apenas 50 días.



Una vez concluida la liga se sucedieron las medidas por parte de todos los estamentos de la afición albinegra, Sentimiento Albinegro, Fedpecas, Salvemos al CDCS, etc. se realizaron diversas iniciativas vía redes sociales, llegando a ser Trending Topic en Twiter en España con el hashtag #SalvemosalCDCS, vía llamamientos a los medios de comunicación nacionales, realizando sesiones de recogida de firmas durante 72 horas (36 de ellas consecutivas) llegando a superar las 20,000 firmas, manifestaciones tanto en Castellón como en Valencia y Pozuelo de Alarcón (en los domicilios sociales de Blasco, Osuna y Jiménez). El pasado verano la afición se unió por un objetivo, la salvación de un club con 90 años de historia, con 11 temporadas en 1ª División en las que destacan un cuarto puesto y dos quintos puestos; 42 temporadas en 2ª División A, con 3 campeonatos y cuatro ascensos a 1ª División y un subcampeonato de Copa en el año 1973. El equipo de varias generaciones, el equipo de una capital de provincia, el equipo que representa el orgullo de una ciudad (hasta cuatro mil personas se han dado cita en Castalia para ver fútbol de Tercera), un símbolo como lo pueden ser monumentos tales como El Fadrí, la Concatedral de Santa María o la Basílica del Lledó.

La llegada de David Cruz y Manolo García a la directiva el pasado verano ha supuesto la normalización del club, aunque quien ha mantenido a la entidad fueron los futbolistas del año pasado en el campo y la presión de la afición en verano Por suerte poco a poco el club se va rehaciendo esta temporada, en el plano deportivo está en la zona de play off de ascenso y en lo económico los futbolistas perciben sus emolumentos como y cuando toca. Eso sí, la deuda sigue siendo superior a seis millones de euros, muy complidada de asumir para un club de Tercera División.

Publicado por: Jorge Sastriques. 



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