El escándalo sigue rodeando a la
Champions. Primero fue el ex árbitro turco Ahmet Cakar quien destapó un supuesto amaño de partidos con
la intención de no emparejar a dos equipos del mismo país para favorecer las retrasmisiones
televisivas. Denunció la existencia de “bolas vibratorias” –que dejaban atrás a
las bolas calientes- e hizo incluso una demostración obteniendo el mismo
resultado. Los focos apuntaron a Platini, a Steve Mcmanaman, y al delegado de
la UEFA Gianni Infantino. Había incluso un vídeo donde el italiano,
supuestamente, activaba el mecanismo que hacía vibrar las esferas. Ningún
desmentido oficial.
Hubo también un momento “extraño”.
Ya en octavos de final, el ensayo previo al sorteo calcó los emparejamientos
posteriores, algo estadísticamente improbable.
Aunque hubo una menor
repercusión, también generó su dosis de polémica la reducción de la sanción a
Zlatan Ibrahimovic que le permitió jugar –y marcar- ante el Barça. Los
blaugranas llevan ya dos partidos fuera de casa en las eliminatorias frente al
Milán y al PSG recibiendo goles ilegales –una mano en San Siro y un fuera de
juego en el Parque de los Príncipes-.
Igualmente el Real Madrid tuvo su
momento con la famosa expulsión de Nani por una patada en las costillas a
Arbeloa. Casi todo el mundo coincide en que esa acción marcó el devenir del
encuentro, pero no por ello esto significa que la roja fuese injusta. Se dijo
que la intención del jugador del United era controlar el balón, pero como bien
afirmaba un emblema de los diablos rojos, Roy Keane, si se levanta la pierna a
esa altura corres el riesgo de que te expulsen. Y más si hay contacto. Si el
pobre Álvaro no llega a saltar el portugués le hubiese dejado una buena marca
en la cara.
Y ahora le toca el turno al
Málaga. Un gol con ¡cuatro! jugadores del Dortmund en fuera de juego rodeados
de árbitros –aún no se entiende la misión de los colegiados de área-, en el
minuto 93 ha dejado a los andaluces eliminados. Decía Pellegrini que un equipo sancionado no podía pasar, dice Joaquín que ya sospechaban de Platini, afirma
el jeque Al Thani que esto es racismo y el defensa central Demichelis fue más
allá hablando de robo en su cuenta de twitter. La frustración en el conjunto
malacitano y en toda España –todos éramos un poco del Málaga- ha dado paso a la
rabia. Y es que el conjunto andaluz, aunque ha hecho historia en la máxima
competición europea, se ha quedado a las puertas de seguir escribiendo unas
páginas legendarias. Primera participación en Champions y casi en semifinales.
Ningún otro equipo lo había logrado. Un tanto ilegal ha roto las esperanzas, pero
es cierto que el gol de Eliseu fue en fuera de juego y que, si anulásemos los
dos tantos la eliminatoria sería para el conjunto de Jürgen Klopp. Aun así,
algo parece oler mal en la UEFA.
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